Canalizaciones espirituales
1 ¿Somos todos capaces de canalizar a nivel espiritual?
2 ¿Es lo mismo que ser vidente o médium?
3 ¿Se puede preguntar cualquier cosa?
4 Canalización consciente
5 Para terminar
¿Somos todos capaces de canalizar a nivel espiritual?
Todos los seres humanos somos receptores potenciales, o sea canales,
como si tuviéramos una antena en nuestro interior, que nos permite
absorber esa clase de información que no pasa a través de los sentidos
físicos.
Tal información puede ser recibida, pero casi nunca es
atendida, por creerla un invento de la imaginación, una confusión
momentánea, o algo sin relevancia. Normalmente no se le da mucho crédito
a eso que no es palpable o comprobable.
Algunas personas tienen
como preferente el canal receptor visual (imágenes), otras puede que
“escuchen” frases o palabras en su mente, y hay quienes la sienten como
emociones o síntomas en el cuerpo.
¿Es lo mismo que ser vidente o médium?
El tema de las canalizaciones espirituales se puede confundir con la
labor de médiums o videntes, aunque sólo en algunos casos, la videncia y
la canalización se dan al mismo tiempo. Lo que diferencia un medio de
otro, es que en las canalizaciones espirituales siempre se recibe la
información de seres que no están en un cuerpo físico.
Y no hablo
de los fallecidos, pues aunque tengamos seres queridos “al otro lado”,
es preferible dejar que sigan su camino sin importunarlos pidiéndoles ayuda, porque para quienes ya nos han dejado, puede ser contraproducente.
Las entidades que se ponen en contacto con nosotros para asistirnos
desde el amor incondicional (es decir, sin pedir nada a cambio, ni
exigir algo de quien consulta) son Guías o Maestros que han alcanzado un
nivel de sabiduría mayor que el nuestro, y están en otra dimensión,
desde la que pueden tener acceso a otro nivel de información.
La
habilidad de hacer de canal, para conectar con información espiritual,
se puede aprender. Y el mensaje que nos llega es proporcionado, sin
excepción, por un ser que ya no está en un cuerpo físico, y que actúa
desde el amor incondicional, además de estar más allá de las dudas y
dificultades que normalmente todos tenemos.
¿Se puede preguntar cualquier cosa?
Las canalizaciones espirituales deberían utilizarse en momentos de
confusión, situaciones difíciles o algún cambio importante,
exclusivamente para obtener lo necesario con el fin de avanzar hacia
nuestra evolución y propósito del alma.
No es ético preguntar por
asuntos de terceros sin su consentimiento, por muy cercana que sea
nuestra relación, aunque si la persona que hace de canal está realmente
conectada con la información recibida, los Guías nunca responden a quien
indaga, lo que no necesita saber o no es de su incumbencia.
Se
puede preguntar cualquier cosa, aunque se contestará sólo lo necesario, o
las respuestas serán muy abiertas, dejando paso a la interpretación
personal posterior, ya que nunca esa información debe interferir,
condicionar o venir en forma de órdenes.
Canalización consciente
No todos los canalizadores (o personas que dicen serlo) tienen la misma
intención al ofrecerse como tales. Para que una canalización sea fiable
deberían tenerse en cuenta algunos puntos:
La información que se
proporcione nunca vulnerará la intimidad de quién se halla presente ni
la de terceras personas, es decir que no se deberían dar respuestas que
puedan interferir con la vida de otros tanto si están presentes en ese
momento como si no, y jamás sin su consentimiento.
La información
nunca debe condicionar a la persona que la pide, diciéndole lo que tiene
que hacer y lo que no. Tampoco se alienta rencor, enojo o rabia,
dándole la razón en algún conflicto, pues eso no entra en el “amor
incondicional” y es muy diferente a dar soporte o apoyo a quien sufre
por algún motivo.
La energía que se percibe, va más allá de las palabras que pueda
decir el canalizador o la canalizadora, y se pueden palpar el amor, la
entrega y una presencia envolvente y que reconforta.
Las palabras
saben donde tienen que tocar: directamente al corazón. Puede que la
persona que las reciba se sienta indiferente por estar cerrada o a la
defensiva, porque lo lógico es que nos emocionen, ya que van a lo más
profundo de nuestro ser, y siempre con compasión y desde el amor.
Para terminar
El mejor canalizador eres tú mismo/a cuando eres capaz de escuchar tu
corazón y tu mente a partes iguales, sin dejar que la confusión te nuble
y te desoriente.
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