Mindfulness es una cualidad de la mente o más bien la capacidad
intrínseca de la mente de estar presente y consciente en un momento
determinado, en un momento en que cuerpo y mente se sincronizan
totalmente en un instante de realidad presente. Presencia plena y
conciencia abierta se conjugan en un momento en nuestra
mente/cuerpo/espíritu. Es esa cualidad propia de cualquier ser humano
pero que ha sido motivo de estudio principalmente en el paradigma
oriental.
La experiencia de mindfulness se devela y se entrena en una disciplina o práctica llamada meditación.
La práctica de meditación proviene de tradiciones milenarias que
ponen énfasis en la legitimidad de la propia experiencia como fuente
válida de conocimiento. La práctica se basa en entrenar el estar
presente y consciente en cada momento de nuestra vida; acoger cualquier
cosa que surja en nuestra experiencia, amorosamente y sin juicio;
abrir el corazón para hacernos amigos de nosotros mismos y permitir que
surja la compasión por los demás. Nos permite recorrer el camino de
nuestra vida y desempeñar nuestra labor en ella con el corazón abierto y
la mente despierta.
El
Budismo, tradición de la cual surge la práctica de meditación, es el
conocimiento acumulado durante miles de años por la práctica de la
observación directa de la mente y la realidad a través de prácticas de
meditación. La práctica básica en la tradición budista es la práctica de
shamatha-vipashyana, traducida al inglés como mindfulness-awareness.
Las traducciones al español han sido diversas: atención plena,
conciencia plena, presencia plena; así como awareness ha sido traducido
como darse cuenta, conciencia abierta, etc. Algunas de ellas son
traducciones literales, conceptuales, otras intentan dar cuenta de la
experiencia a la que hace referencia el término. El uso reiterado de la
palabra “plena” en distintas traducciones alude a la cualidad que se
manifiesta al sincronizar cuerpo-mente-espíritu en un momento dado y que
como experiencia se caracteriza por la “plenitud”.
Chogyäm Trungpa Rinpoche, fue un maestro budista tibetano que salió
del Tibet con la invasión china. Al llegar a occidente estudió desde
distintas miradas al “ser humano occidental” y expresó su impresión de
que el budismo se manifestaría en occidente como psicología.
La psicología en occidente originalmente estudiaba la mente/psique.
Sin embargo, cuando surge el paradigma científico que instala el método
científico como el único método válido para acceder al conocimiento, la
psicología hace un intento por usar la introspección como método para
conocer la mente: un sujeto observa su propia mente como objeto de
estudio y da cuenta de ella. Sin embargo, el método no alcanza el
estatus necesario ante el poder del método científico y la psicología
abandona la mente como su objeto de estudio y busca un objeto que sea
sometible al método científico, la conducta. Si en ese entonces
hubiésemos conocido la meditación o práctica de mindfulness, otro habría
sido el derivar de la psicología. Pero, por algo no fue así y la
conocemos recién hoy en que la psicología, después de conocer muchos
otros aspectos del ser humano, puede recuperar su objetivo original,
cual es el estudio de la mente. Mindfulness es un método por medio del
cual se puede acceder al conocimiento de cómo funciona la mente.
Dicho lo anterior, nos queda en evidencia que la práctica de
mindfulness/meditación, aun cuando hay muchos distintos tipos de
meditación y muchas distintas prácticas a las que les llamamos
meditación, no es una práctica que tenga como objetivo la relajación, la
paz, la mente en blanco. Todos estos son, sin duda, resultados posibles
de una práctica que más bien busca conocer cómo funciona la mente y la
realidad, cómo es que este modo de funcionar nos permite o no estar en
paz. No es entonces, un modo de escapar de la realidad como piensan
algunos; al contrario, su objetivo es permitirnos ver la realidad como
es, desenmascarando las causas profundas de nuestro sufrimiento y
despejando nuestra confusión mental. Consiste básicamente en regresar
una y otra vez, a la experiencia más inmediata de la realidad del
momento presente, de manera amable y sin juicio.
La experiencia de mindfulness consiste en simplificar la experiencia
al máximo; reducir los estímulos externos al punto de “simplemente
estar” en una situación donde “no pasa nada” en particular. En ella nos
encontramos al desnudo solos con nuestra propia mente: puedo escuchar,
sentir, observar, tocar cómo construyo mundos con ella y les atribuyo
carácter de real, a tal punto que todo nuestro organismo reacciona como
si lo que estoy pensando fuera cierto. También observamos cómo podemos
soltar nuestro discurso interno y toda la realidad que habíamos
construido desaparece, se esfuma dejando en evidencia que sólo era una
construcción de mi propia mente. Podemos observar, sentados, sin nada
que hacer más que prestar atención a nuestra respiración como reedito
constantemente el pasado, anticipo y planifico constantemente el futuro y
cómo ese momento presente que contiene toda la riqueza de lo que es
simplemente real, nos pasa inadvertido.
El pasado ya pasó y no tiene vuelta, el futuro nunca llega porque
cuando llega es presente; la única realidad real es el presente, ese
momento pleno, simplemente real, en el que mente, cuerpo y espíritu
están sincronizados, es el momento perfecto simplemente porque es lo que
es. El regresar una y otra vez, de manera amable y consciente, a ese
espacio de apertura e intimidad con nuestro momento presente, es la
invitación que nos hace la práctica de Mindfulness/ Meditacion.
Mindfulness / Meditacion: Es atencion plena, es devolver la mente a la calma ( No dejar la mente en blanco).
Es tan
sencillo como vivir eternamente en el presente, con la atención plena en
lo que estás haciendo en cada momento.