Cuando un gato llega a tu vida, porque lo has encontrado o alguien te lo regala has de saber que es el animal que te a elegido no al contrario.
El gato recoge la energia negativa de la casa y cuando lo acaricias la tuya y la transforma en energia positiva.
excelentes compañeros, son una ayuda y protección formidables contra
los ataques psíquicos ya que absorben las malas energías, y esto ya lo
conocían los antiguos magos egipcios que adoraban a la diosa Bastet,
diosa de los gatos, que siempre tenía cerca alguno de ellos.
Son
miles las momias de estos animales que se han encontrado junto a sus
dueños, que se hicieron enterrar con ellos para que en el otro mundo
también los acompañaran y protegieran.
No
olvidemos que todo gato es un brujo, pero un brujo amigo, que nos
ayudará a vencer en ocasiones lo que nosotros solos quizá no podríamos.
Por
otro lado, el gato nos aporta, tranquilidad, paz y relajación, y está
probado que tiene efectos terapéuticos en personas enfermas, con
depresión.
Siempre se habla de la mala suerte que da cruzarse o tener un gato negro,
el color negro es un color que tiende a retener la energía, por el
contrario el blanco la desprende, además de que ya de por sí absorben
las malas energías, lo hacen con más intensidad.
Los
egipcios colocaban estatuas de gatos fuera de sus casas para impedir la
entrada de espíritus malignos pues creían en su poder mágico y
protector, ya que consideraban que el gato “todo lo ve”.
Durante
la época Medieval, el gato se considero ” un animal maléfico”. Fiel
compañero de las brujas simbolizaba todo lo oscuro, lo mágico e
irracional. Incluso se tenía la creencia que las brujas tenían el poder
para convertirse en gatos (aelurantropia) para cometer sus fechorías, o
incluso se creía que muchos gatos habían sido humanos y ahora eran
víctimas de los conjuros de brujas.
La
idea de relacionar al gato con lo maléfico llegará hasta nuestros días
con la superstición del “gato negro” que según la tradición popular
otorga mala suerte a quien se cruce con el.
El
gato posee evidentes cualidades. Es un animal resistente, rápido,
hábil, más salvaje que doméstico, de feroces uñas, que está envuelto en
un halo de permanente esoterismo. Según la superstición popular, el
gato tiene siete vidas. Al agotar la última, en la séptima, se cree que
se convierte en humano.
Esotéricamente
hablando, se cree que los gatos se nutren de energías negativas. Por
ello se sientan y descansan en determinados lugares del hogar donde
captan estas impregnaciones, transformándolas y eliminándolas
finalmente de la casa.
También
se cree que el ser humano puede descargarse de éstas malas vibraciones
acariciando simplemente el lomo del felino; al igual que puede ser muy
útil también para descargar la negatividad de las cartas de Tarot.
Los
gatos son considerados grandes “psíquicos” por naturaleza. Son capaces
de desarrollar un fuerte lazo mental con sus propietarios y así pueden
predecir cuando sus amos están a punto de llegar a la vivienda o por
el contrario adelantarse a acontecimientos funestos relacionados con sus
amos.
El
gato es un ser especialmente dotado en el plano esotérico y ocultista.
Es muy útil para percibir presencias, entes y espíritus. Tiene un
especial talento para captar diferencias en los campos magnéticos así
como son mágnificos para indicar alteraciones eléctricas. Debido a su
alta sensibilidad, a su fino olfato y agudo oído, son capaces de
percibir imperceptibles ruidos o sensaciones casi inaudibles o
inapreciables para los sentidos del ser humano. Nuestros ojos y oídos
humanos se volverían locos si pudieramos llegar a procesar todo lo que
este animal es capaz de captar. Su agudizado sexto sentido hace de este
animal un ser casi único en este sentido.
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